miércoles, 7 de agosto de 2013

Primeros años de la vida laboral

Cuando cumples 16 años (la edad en la que se nos permite trabajar) a todos nos da la tentación: quiero trabajar, ganar mi propio dinero para pagarme mis propias cosas/estudios cosa que está muy bien. Personalmente, empecé a trabajar con 18 años para pagarme mi carnet de conducir, mis clases y mis propias cosas claro.

Ahora, os digo una cosa, espero no volver JAMÁS a mi anterior trabajo. El primer año empecé emocionada: conocería a nueva gente, empezaría a ser más responsable… eso me encantó, de hecho, volví a ser contratada al siguiente año.

¿Cuál fue mi sorpresa cuando volví? Todo el mundo había cambiado, una exageración. Pasas de llevarte bien con todos a ver cómo, sin ton ni son, se meten contigo y encima cuando estás harto de aguantar y lo comentas con tus jefes para no tener cerca a esas personas, los “criticones” por llamarlo de alguna manera se echan encima de ti diciendo que despiden a la gente por tu culpa. ¿¡POR MI CULPA!? Si fuera por mí no trabajarían más allí para qué nos vamos a engañar, pero yo lo único que pretendía era que me dejaran en paz. Puede ser que se llame cobardía pero yo paso de contestar a esas estupideces.

Esto ya comenzó a principio de ser contratada en el segundo año. El “acoso” siguió incrementándose mucho hasta que me marché de allí, por suerte extinguía mi contrato, pero cuando me fui, comenté a mi anterior jefe que no volvieran a llamarme JAMÁS.

He oído muchas veces como me dicen: eso siempre pasa en los trabajos. Vale, puede que pase pero ¿Nos tenemos que comportar como si tuviéramos 8 años? Por favor maduremos un poquito, comportémonos como lo que se supone que somos, adultos.


Esta entrada se la dedico a aquellas personas que alguna vez han sufrido “acoso” en su trabajo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario